Cuando miro a sus ojos, sin darme cuenta los míos se dirigen a su boca, me deja seco sin poder hablar, y tengo que humedecer mis labios con su saliva, aunque sea poca.
Desde el primer día que nos conocimos, mi amor no ha dejado de aumentar, y es que cuando estás lejos y pienso en ti, me siento el dueño del mundo, teniendo la llave de tu alma negra, y los encantos de tus adentros.
Es cómo tener una lanza en mi cuerpo clavada, pero mi corazón descansando en la punta de ella, resbalándose con la sangre, y latiendo con mi propio yo. Sólo espero tenerte como el aire que respiro, pura, para siempre, y olerte a cada instante, sin dejar ni de mirar, tu precioso cuerpo, y las dos margaritas que deseo deshojar, y dejarlas al aire libre, y su polen probar. y yo sucumbir por ellas.)...autor...de chule gomez
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Soldado, costilla de guerra que hace trizas al silencio y corta las venas a cuchillo,
de la sonrisa que alumbró tu alma